Retrato de Gaspar Melchor de Jovellanos de Goya en el Museo Casa Natal de Jovellanos. Hasta este domingo
Retrato de Gaspar Melchor de Jovellanos de Goya en el Museo Casa Natal de Jovellanos. Hasta este domingo
Horario: Martes a viernes: 9.30-14.00 y 17.00-19.30h | Sábados, domingos y festivos: 10.00-14.00 y 17.00-19.30 h | Lunes cerrado.
Entrada gratuita.
Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), uno de loshombres más lúcidos de la Ilustración europea, nació en Gijón/Xixón, selicenció en Derecho y llegó a ser un político idealista y un economistaavanzado, además de un docto hombre de letras y un mecenas y coleccionista admiradordel naturalismo de Velázquez y del arte novedoso de Goya. En 1767 fue nombradoalcalde de la Sala del Crimen en la Audiencia de Sevilla y, en 1778, alcalde deCasa y Corte. Se trasladó a Madrid en 1780 para ascender al Consejo del Real delas Órdenes, y fue entonces elegido también como académico de las de Historia yde Bellas Artes de San Fernando, donde coincidió con Goya. Sin embargo, por sudefensa de reformas agrarias y de la libertad económica al comienzo de laRevolución Francesa, fue desterrado a Gijón/Xixón, donde fundó, en 1794, elReal Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía y redactó su Informe sobre laLey Agraria. En 1795, quizá sin saberlo, su nombre figuró en la fracasadaconspiración de Alejandro Malaspina contra Godoy. No volvió a Madrid hastanoviembre de 1797, designado entonces como ministro de Gracia y Justicia. Susreformas jansenistas de la política religiosa provocaron su caída en agosto de1798 y su encarcelamiento en Mallorca desde 1801 hasta marzo de 1808. Rechazó elcargo de ministro del Interior bajo José Bonaparte y se trasladó, comorepresentante del Principado de Asturias en la Suprema Junta Central, aAndalucía. Murió, mientras se dirigía a Gijón/Xixón huyendo de los franceses,el 27 de noviembre de 1811.
Para uno de sus protectores más importantes, Goya creó unretrato especialmente original, a medio camino entre lo oficial y lo privado.En un suntuoso interior, Jovellanos, que viste una casaca forrada de armiño,aparece sentado ante un escritorio de estilo neoclásico con bucráneos yguirnaldas tallados en sus frentes. Mirando hacia el espectador, apoya lacabeza en su mano izquierda y sujeta en la derecha una hoja de papel inscritacon su nombre y el del pintor. Imita así la postura pensativa de la alegoría dela Melancolía, conocida por el famoso grabado de Durero de 1514, símbolorenacentista del genio del artista, en equilibrio entre la genialidad y lalocura, premiado no sólo con habilidades supremas, sino también capacitado parareconocer la realidad de los demonios infernales de la psiquis o de ladepravación destructiva del hombre. La postura se relaciona con el Capricho 43de Goya y sus dibujos preparatorios, en los que el propio pintor aparecedormido en su mesa de trabajo animado por una lechuza que guía los locosmonstruos de sus visiones interiores, que le asaltan irresistiblemente. Aladaptar esta postura a Jovellanos, Goya manifestó una solidaridad ideológica,distinguiéndole a la vez como víctima de su genialidad, simbolizada por motivosclásicos. Así, en la penumbra y tras el escritorio se esboza una estatua deMinerva. Con un gesto de inspiración, la diosa de la sabiduría y de las artestiende la mano, remitiendo a la vez el novedoso proyecto del Real Instituto enGijón/Xixón sobre el cual se apoya. También aparecen en la decoración loscráneos de animales de la mesa como atributos de la Melancolía y símbolos de lavanidad del hombre, que sólo en la muerte alcanza la sabiduría divina. Aquí, alconvertir el escritorio en un ara romana, parecen aludir también al sacrificioque Jovellanos aceptó por su vocación, su ideología liberal y su apuesta, elbien general. Sin embargo, la figura de «Jovino, el melancólico», como lotituló Meléndez Valdés en un poema, queda algo flotante en el ostentosointerior, lo que subraya la tensión entre el espíritu de la razón de Minerva yel «delirio infausto», que indica un abismo inquietante entre la previsoravisión del solitario y el poder de la reaccionaria realidad política. (Fuente:Museo del Prado)
Para saber más: ficha completa en el Museo Nacional del Prado.
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